miércoles, 24 de agosto de 2016

LA CARA OCULTA DE LA MODA



 A todos nos gusta, tras un largo y tedioso día de trabajo, llegar a nuestras casas e inmediatamente relajarnos a través de alguna actividad, habitualmente una en la que no tengamos que forzar demasiado nuestra mente ya de por sí cansada. Es por ello que ver la televisión suele ser nuestra primera opción.

Así es como millones de mujeres en todo el mundo reciben, día tras día, una cantidad prohibitiva de imágenes e información sobre cómo debe ser la belleza, es decir, acerca de lo que han convertido en un producto subjetivo y manipulado por las industrias de la moda y la comunicación. Nos intentan así vender unos cuerpos increíblemente absurdos, acompañados de rostros todavía más irreales. Manejan armas como la introducción de nuevas modas, el poder de la sugestión o el respaldo “científico” de sus productos, que son instaurados por una gran variedad de compañías protectoras de lo enfermizamente delgado. Y es que no es casualidad que todas esas modelos cumplan con los requisitos que la sociedad de hoy en día exige para ser guapa. Si parece irreal, es porque es irreal. Los contrastes entre luces y sombras, el maquillaje o el peligrosamente adorado Photoshop son algunas de las técnicas más utilizadas para hacernos súbditos de la secta más peligrosa de todas.

Cabría destacar otro elemento que resulta cada vez más preocupante, constituido por el enorme alcance que continúan teniendo el “thigh gap” y el “bikini bridge”, dos modas hermanas que se han convertido en fenómenos virales en Internet. Tanto el primero, consistente en que quede un espacio entre los muslos al juntar las piernas; como el segundo, promotor del hueco que queda en el vientre al apoyar la braga en la cadera, están afectando de forma masificada a la salud de mujeres de todo el mundo.

Lo que no sabíamos es que esto era solo el principio. Es así como se ha abierto el telón de la última tendencia que está arrasando en la red este verano; la ya conocida “línea abdominal” o “Ab crack”, promoviendo de nuevo metas ilógicamente delgadas. Para ello, se han tomado como referente a mujeres que constituyen importantes figuras públicas entre los jóvenes, lo cual no deja de resultar todavía más abrumador. Estos son solo algunos ejemplos de cómo, a la vez que intentamos luchar contra problemas como el paro, la pobreza y la escasez de recursos de nuestro propio país, insultamos esos mismos esfuerzos demostrando una verdadera falta de conciencia no solamente contra nuestros conciudadanos, sino también hacia nuestro cuerpo, nuestra salud, nuestra familia y, finalmente, hacia nosotros mismos.

No te dejes engañar, el único cuerpo perfecto es aquel que no pasa hambre.

Alba Acebedo González.